El pasado sábado 19 de mayo, el príncipe Harry y Meghan Markle dieron el sí en la capilla de San Jorge.
En una multitudinaria boda, los ahora Duques de Sussex, Meghan y Harry, celebraron su unión junto al pueblo británico.
Un matrimonio que rompió varios protocolos, entre los que destacan: el coro góspel que interpretó la canción “Stand By Me” de Ben E. King. Ni Harry ni Meghan le hicieron la reverencia de rigor a la reina Isabel II. Luego de finalizada la ceremonia religiosa, los novios se fueron en un auto eléctrico al lugar donde se llevaría a cabo la celebración.
La novia utilizó un vestido diseñado por Clare Waight Keller, el cual constó en un escote en barco, de manga larga y en el que el gran atractivo fue el velo.
En tanto Harry utilizó su uniforme negro del ejército, y para poder usarlo tuvo que pedir permiso, ya que este traje no se puede utilizar con barba.
En la boda también hubo homenajes a la madre de Harry, la princesa Diana de Gales. El primero de ellos se pudo escuchar cuando se interpretó la canción “Guide Me O Thou Great Redeemer”, una de las favoritas de Lady Di.
El segundo fue que Harry dejó un puesto vacío junto a su hermano William, el cual fue bien simbólico ya que representaba la presencia de su madre en el lugar.
Además el ramo de Meghan estaba compuesto por peonías y rosas de jardín, las favoritas de la princesa de Gales.
Otro detalle en el que estuvo presente la nombrada “princesa del pueblo”, fue en el anillo de Meghan Markle que fue diseñado por el príncipe Harry y que cuenta con dos piedras de la colección personal de Lady Di.