El cáncer de mama es, desde hace años, el tumor más diagnosticado en mujeres en todo el mundo y una de las principales causas de muerte oncológica femenina.
Según estimaciones consolidadas por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. De hecho, en 2020 las cifras globales fueron de más de 2,2 millones de nuevos casos y alrededor de 680.000 muertes. Además, la misma agencia advirtió en 2025 que, si no se actúa con políticas públicas y mejores accesos al diagnóstico y tratamiento, los casos y las muertes seguirán subiendo en las próximas décadas.
En Chile, es la primera causa de muerte oncológica entre mujeres. Los reportes periodísticos y datos oficiales recientes indican que en 2023 se registraron más de 7.000 diagnósticos anuales y que las defunciones por esta causa alcanzaron cifras preocupantes —por ejemplo, en 2023 fallecieron 2.263 mujeres, la más alta registrada en años recientes. Además, los problemas de acceso a cirugías reconstructivas y demoras en el sistema público han sido señalados como factores que empeoran la experiencia y la recuperación de las pacientes en Chile.
Por otro lado, en 2025, el Ministerio de Salud incorporó el tratamiento del cáncer de mama triple negativo al sistema público con Copago Cero. Lo que significa que ahora es gratuito para pacientes del sistema público
La hora del tratamiento
Siempre prevenir es mejor que curar por eso la doctora Belén Hidalgo, ginecóloga mastóloga, miembro de Comité Oncológico de la Sociedad Chilena de Medicina del Estilo de Vida (SOCHIMEV)indicó que: “se estima que cerca de un 25% de los cánceres de mama podrían evitarse con hábitos saludables.
De hecho, mantener un peso corporal adecuado, realizar actividad física regular y reducir el consumo de alcohol son medidas con impacto demostrado en la incidencia. A esto se suma una alimentación rica en alimentos de origen vegetal, fibra y granos integrales. Junto con un descanso reparador y el manejo del estrés, configurando un entorno biológico menos propicio para el desarrollo tumoral.
Para que un tratamiento funcione bien, lo ideal es: detectar el cáncer lo más pronto posible, operar, aplicar radioterapia o terapias que actúen directamente sobre el tumor. Y acompañar con medicinas que “apunten” mejor para evitar efectos secundarios fuertes. Ahora mismo hay bastantes avances que están mejorando mucho la vida de quienes lo padecen.
Cabe señalar que hoy existen:
- Medicamentos que atacan solo al cáncer: en vez de tratar todo el cuerpo como antes, estos medicamentos buscan algo que tiene el tumor —una especie de marca única—, y van directo ahí. Eso hace que haya menos daño al resto del cuerpo, menos efectos secundarios.
- Combinaciones que fortalecen al sistema inmunológico: se usan medicinas que ayudan al cuerpo a reconocer la célula cancerosa como algo “extraño” para que lo combata, junto con tratamientos clásicos.
- Terapias hormonales mejoradas: hay cánceres de mama que “viven” de ciertas hormonas; los tratamientos modernos bloquean esas hormonas o la manera en que el tumor las usa.
- Seguimiento avanzado: tecnologías que permiten ver si quedan rastros muy pequeños de cáncer después de la operación, para actuar rápidamente si es necesario.
Investigaciones que dan esperanza
Estos son algunos de los temas que están más frescos y prometedores, aunque aún no estén disponibles para todas:
- Vacunas terapéuticas: no para prevenir como la de la gripe, sino para “enseñarle” al cuerpo a pelear mejor contra las células cancerosas que ya existen, entrenando al sistema inmunitario para reconocerlas con más eficacia.
- Terapias celulares que personalizan aún más: por ejemplo, tomar células del propio paciente, modificarlas para que ataquen al tumor, y devolverlas. Esto es más complejo en tumores sólidos (como el de mama), pero los científicos avanzan en ello.
- Medicamentos más precisos aún: versiones nuevas de los medicamentos que ya se usan, pero con fórmulas que hacen que lleguen mejor al tumor y dañen menos al resto del cuerpo.
- Monitoreo no invasivo: análisis en sangre (“liquido corporal”) que detectan material tumoral, para saber si el cáncer está regresando o si algo no va bien, sin necesidad de esperar síntomas visibles.
Al servicio de la causa
Estas mujeres usaron su fama para visibilizar, para dar aliento, para empujar políticas de salud, para que otras sepan que no están solas:
- Olivia Newton-John: cantante y actriz, luchó varias veces contra el cáncer de mama, y dedicó buena parte de su vida a impulsar centros de bienestar y de investigación.
- Sheryl Crow: diagnosticada en 2006; al superar su tratamiento, se convirtió en una voz fuerte para la detección temprana y la conciencia pública.
- Christina Applegate: descubrió que tenía un riesgo genético (componente heredado). Se sometió a una doble mastectomía y después creó fundaciones para ayudar a otras mujeres a acceder a estudios preventivos.
- Cynthia Nixon: actriz, diagnosticada en 2006, compartió su experiencia públicamente y ha apoyado campañas para que más mujeres tengan acceso a exámenes de detección.
- Luz Casal: La cantante española enfrentó el cáncer de mama dos veces, en 2007 y 2010. Ha hablado abiertamente sobre su experiencia y cómo decidió enfrentarlo con fortaleza.
- Kylie Minogue: Fue diagnosticada en 2005. Su caso tuvo gran repercusión mediática y ayudó a concientizar sobre la importancia de la detección temprana.
- Ana María Polo: La conductora de Caso Cerrado ha hablado abiertamente sobre su experiencia y promueve la prevención.
- Daniela Romo: Superó el cáncer de mama y ha sido portavoz en campañas de salud femenina.
Chile
Paulina Urrutia
Fue diagnosticada en 2024 con cáncer de mama triple negativo, uno de los tipos más agresivos y difíciles de tratar. De hecho, supo de la enfermedad meses después del fallecimiento de su marido, el periodista Augusto Góngora, durante la promoción del documental La Memoria Infinita.
La actriz expresó: “La gracia en esta detección oportuna, al menos en mi caso, que tuve un cáncer malo, de los malos… villano, verdadero villano de teleserie y podemos seguir viviendo lo que la vida nos regale”.
Actualmente sigue en tratamiento y espera resultados importantes en diciembre de 2025. Ha destacado la incorporación de inmunoterapia en el sistema público chileno, una terapia costosa que ahora está cubierta por el sistema de salud.
Karla Melo:
Actriz y cantante, diagnosticada con cáncer de marzo de 2025 reveló que padece cáncer de mama triple negativo. Una forma agresiva que suele afectar a mujeres jóvenes. Se sometió a quimioterapia y una mastectomía parcial. Además, ha documentado su proceso en redes sociales y participó en el Ruidosa Fest en octubre, donde fue ovacionada por su valentía. Dijo: “Me alegra ser un ejemplo de resiliencia”.
Claudia Conserva:
Fue diagnosticada en 2022. Documentó su proceso en el documental Brava, mostrando su tratamiento y recuperación. Además, a participado en campañas de prevención y ha sido reconocida por visibilizar el proceso de forma honesta.
Carolina Paulsen:
Enfrentó el cáncer de mama y escribió el libro El cáncer no es color de rosa, donde relata su experiencia. Ha sido parte de charlas y campañas de concientización en Chile.
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