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Una jornada inolvidable vivieron ayer los fanáticos del rhythm and blues y el soul con la presentación que Diana Ross hizo en el Movistar Arena de Santiago.
La diva, quien fuera vocalista del grupo The Supremes –que Ross formó casi como un juego a los 15 años junto a unas vecinas- conoció la fama y los aplausos en la década de los sesenta, disputando incluso las preferencias del público angloparlante a los mismísimos Beatles.
Pero en 1970, Diana emprendió una carrera solista que con altos y bajos la mantiene activa hasta hoy, convertida en una de las voces femeninas más populares del mundo.
Hoy, a los 69 años, y 50 años de trayectoria sigue convocando a sus fans en todo el mundo.