Skip to main content

¿Qué yo soy tonta? Perdón… Tú eres un imbécil!!!

Las relaciones tóxicas pueden ser muy evidentes para terceros, pero no para la misma persona. No normalicemos una mala relación

Relaciones Tóxicas ¿Qué yo soy tonta? Perdón… Tú eres un imbécil!!!

Getty Images

¿Fuerte el título, no? Pero, intercambios de palabras como éstos son muchos más frecuentes de lo que pensamos en las parejas y relaciones tóxicas. A modo de ejemplo les cuento que el fin de semana unos amigos me invitaron a comer a su casa; y cuando nos sentamos a comer, él se da cuenta que no hay servilletas.

Él: Gordita, se te quedaron las servilletas en la cocina.

Ella: Anda tú, estás al lado. Yo he hecho todo

Él: ¿Tooooodo? ¿Quién hizo el asado?”

Ella: Perdón… ¿Quien hizo aseo, fue a comprar y llevó a los niños al cumpleaños?

ÉL: ¿Y quien pone la plata para todo eso y para que usted viva como reina?

Ella: ¡Siempre con la misma estupidez! ¡Eres un imbécil!

Él: Habló la más inteligente

Ella: Claro que lo soy

Él: Sí claro, por eso no trabajas como gerente. Tu vida es bien fácil, estás acá en la casa con los niños

Ella: Silencio… Se le llenan los ojos de lágrimas y fue a la cocina a buscar las servilletas.

Volvió a la mesa como si nada, pero antes de sentarse dijo: “amigos disculpen a este cavernícola tarado que no sabe comportarse”. Lo miró y le susurró al oído “Te doy hasta fin de mes para que te vayas de la casa”.

Mientras tanto, los comensales estábamos blancos, sin ganas de comer y tragando vidrio molido… Fue tan desagradable porque nadie podía meterse. A pesar de ello, nuestros amigos al parecer estaban algo acostumbrados a este tipo de peleas; porque poco les costó recobrar el buen humor o al menos fingir que eran felices.

Lee: ¡La mina envidiosa oh!

Relaciones tóxicas

Relaciones Tóxicas: ¿Qué yo soy tonta? Perdón… Tú eres un imbécil!!!
Getty Images

Este hecho es uno de miles y dan cuenta de las RELACIONES TÓXICAS; donde los insultos, agresiones, menoscabos y manipulaciones son parte de los ingredientes de la relación. Ninguno es más culpable que el otro. Ambos aceptan ese tipo de convivencia sin darse cuenta o hacerse cargo que lo único que hacen es hacer horrible sus existencias. Matando la posibilidad de vivir en armonía, compañerismo y haciéndose bien el uno con el otro.

Esto no quiere decir que el amor sea una serie de Disney donde no existan problemas, para nada. Solo digo que decidir estar en pareja es parte de mantenerse íntegro y en relativa paz. A nadie lo obligan a estar con otro para sentir ansiedad, pena, angustia, impotencia y esas pocas ganas de volver a casa; eso es un acto de masoquismo.

Seguro habrá detractores que digan que no es tan fácil separarse (no hablo de matrimonio solamente sino de todo tipo de vínculos); también estarán los que podrán a los hijos como excusa; y por último los que minimicen y aseguren que no es para tanto, si hay minutos en que lo pasan bien.

Leer también:

Chile, un país largo y "ancho"

Chile, un país largo y "ancho"

"Diabetes, hipertensión, infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares, son algunos de los males que pueden desarrollar con obesidad"

No digo que es llegar y mandarse a cambiar, pero ser feliz y mantener intacta la dignidad es un deber. Es cierto que cada pareja tiene su dinámica y nadie puede juzgar cómo se relacionan; pero los códigos de convivencia no pueden establecer en “como hago la vida miserable de quien supongo que quiero”.

Para ser feliz hay que ser fuerte

¿Qué yo soy tonta? Perdón… Tú eres un imbécil!!!
Getty Images

La auto observación es vital y de vez en cuanto es bueno preguntarse: ¿Cómo estoy llevando mi vida?; ¿Me gusta como soy?; ¿Cómo me relaciono con mi entorno?; ¿Qué esfuerzos debería hacer para mejorar mi vida afectiva?; ¿Necesito ayuda? ¿Sería bueno una terapia de pareja? ;¿Sigo amando a esa persona con quien estoy? En definitiva, ser consciente de mi vida como un real protagonista y no un espectador que solo es un débil testigo.

Para ser feliz hay que tener cojones, porque implica poner límites a las agresiones, sean físicas o sicológicas; ojo con la gran cantidad de hombres y mujeres que agreden pasivamente, sin que las huellas que dejan sean la mayoría de las veces imborrables; pues no te das cuenta cómo en silencio o con cariño logran manipular hasta a los más astutos.

Los roles de cada uno son específicos y ninguno debe ser o transformarse en quien el otro quiera que sea. EL AMOR NO SE MENDIGA. Por eso abre los ojos y agradece la oportunidad que tienes de estar con vida. No desperdicies tu valioso tiempo en pasarlo mal con quien no te valora o saca lo peor de ti, haciendo que tus días sean un completo dolor de guata.

Cuida tus emociones y atenta a lo que nos ocurre con ellas. Comunicarse y conversar siempre es la solución y un acto de valentía; porque significa hacer meas culpas y decir lo que no me gusta del otro de frente.

Está bien tener peleas, inconvenientes y cometer errores, pero que sean las excepciones y no lo habitual de tu día a día.

Leer también:

El señor orgasmo

El señor orgasmo

"Las mujeres tenemos un órgano con más de 8.000 terminaciones nerviosas, pero algunas nunca lo han tocado, hoy hay que cambiar eso."

La honestidad resuelve, y por eso si las circunstancias te han vuelto celosa en exceso, dependiente, insegura o culposa; es hora de pedir contención profesional, pues mereces disfrutar y no sobrevivir a RELACIONES TÓXICAS.

Contenido patrocinado