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Orígenes, Misión y realidad chilena: ¡Euforia Efervescente! Celebrando el Día del Orgasmo Femenino

Este 8 de agosto recordamos la importancia de abrazar el gozo y el bienestar íntimo con la celebración del Día del Orgasmo.

Día Del Orgasmo Femenino

Getty Images

En este martes 08 de agosto celebramos el Día del Orgasmo Femenino.

La “petite mort” se le llamó al orgasmo en el Siglo XVI, ¿y cómo no? Si hace alusión a ese pequeño “desmayo”, “espasmo nervioso” o “debilitamiento” que ocurren en segundos luego de que experimentas el clímax de una relación sexual…

Ese espacio donde el mundo no existe y solo el placer y la felicidad te alcanzan. Además, no pasaría nada si pasa un meteorito destruye la Tierra. ¿¿Estoy exagerando?? Quizás, pero de que es una maravillosa sensación, lo es.

Por eso, en un mundo que a menudo tiende a la seriedad, este 8 de agosto nos recuerda la importancia de abrazar el gozo y el bienestar íntimo. Asimismo, nos invita a cultivar una relación amorosa con nuestro cuerpo y con el de los demás, aunque el llamado es a comunicarse para no fingir éxtasis.

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Celebrando el Día del Orgasmo Femenino

Precisamente, como este acto forma parte de lo seres humanos (aunque algunos animales como los delfines también los sienten), se celebra ese momento de esplendor con el fin de reivindicar una vida sexual plena y dejar atrás todo tipo de tabúes que algunas sociedades aún mantienen.

La génesis de esta “fecha juguetona” se remonta a comienzos del Siglo XXI, cuando un grupo de activistas difundió la idea de que el goce íntimo es un componente esencial en la salud mental y emocional.

Desde entonces, el 8 de agosto de cada año, la invitación es a pasarlo bien bajo las sábanas, porque el éxtasis trae consigo intensidad sensorial y emocional, que a su vez, involucra una serie de respuestas fisiológicas y químicas en el cuerpo humano. Se liberan famosísimas endorfinas y oxitocina, conocidas como las «hormonas de la felicidad», que no solo mejoran el estado de ánimo, sino que también tienen efectos positivos en la salud y lo que es mejor, fortalecen la autoestima y los vínculos emocionales.

¿Qué dice el público?

Gleeden, una aplicación latinoamericana de encuentros extraconyugales pensada por y para mujeres, realizó una encuesta a 12 mil de sus usuarios. El fin era conocer las diferencias entre hombres y mujeres respecto al orgasmo. El resultado reveló que solo el 55% de ellas afirmaron llegar al clímax al mantener relaciones sexuales, versus al 91% de los varones Además, al profundizar en este punto, se reveló que el 65% de las encuestadas afirmaron haber fingido un orgasmo en alguna ocasión, y el 20% lo hace de forma recurrente.

Francisca Buzeta, psicóloga especialista en sexualidad humana, indica no estar de acuerdo con estas cifras, ya que los pacientes que atiende en su consulta le hace pensar diferente:

“Primero, creo que el 99% de las mujeres hemos fingido un orgasmo más de alguna vez en la vida y el porcentaje también es alto de aquellas que nunca lo han experimentado. De hecho, cuando les pregunto, muchas de ellas no saben identificar las sensaciones que este provoca cuando se presenta”.

Sin embargo, agrega que es necesario sobrevalorar al orgasmo, puesto que NO lo es todo en el encuentro sexual. “La idea es olvidarse de ese objetivo final y dar énfasis al momento erótico que se da cuando se está juntos y que finaliza con una buena sensación. Por lo tanto, si proponemos el placer como vital, lo más seguro es que lleguemos al orgasmo. Pero si no se da, no significa que no hubo una buena intimidad, piel y ni instantes gratificantes … Como le digo siempre a mis pacientes, “el orgasmo es solamente el postre, no es el plato principal”. Bajo esa mirada sin prisa ni obligaciones, tendremos una sexualidad sana y placentera”.

Por otra parte, la especialista indica que fingir provoca el hábito de mentir y, por lo tanto, se va estableciendo una respuesta generalizada que podría llevar a no volver a tener una sexualidad plena. Por eso, sugiere que el único camino para poder salir de este círculo vicioso es hablar con la verdad, aunque sea incómodo, y comunicarse abiertamente con la pareja, diciendo lo que está pasando y como se siente con eso. Enfatiza en cuidar la forma de hacerlo y para que tenga efectos positivos debe ser siempre desde el cariño propositivo, implicando un bien de la pareja.

Hombres sobreexigidos

La sexóloga comenta que hoy en su consulta atiende a más hombres que mujeres y nota que ellos están pasando por una etapa compleja: “Los veo bastante complicados y uno de sus grandes problemas es que no logran orgasmos. En la actualidad, ellas están mucho más resueltas sexualmente y no temen pedir lo que desean sentir. Esto ha creado un miedo en los hombres, bastante evidente de no sentirse capaz de alcanzar las exceptivas.

Al verse exigidos, pierden muy fácilmente su erección y les cuesta bastante concentrarse para demostrar que llegaron al orgasmo. Quiero aclarar algo que no todas las personas saben y es que existen hombres que tienen orgasmos sin eyacular, entonces hoy ellos también hay pueden fingir su orgasmo y de hecho lo hacen, tras la crítica constante que le haces sus mujeres.

La previa, un paso obligatorio

Para nadie es un misterio que los tiempos en estas lides amatorias son distintas. Lo decía una sexóloga española con un ejemplo genial. Mostraba dos vasos, uno corto parecido a un shot de tequila y otro similar a un shop de cerveza. El ejercicio que hacía para demostrar los diferentes tiempos que necesitan ambos sexos para llegar a su periodo de máxima excitación que para alcanzar o que la sangre llegara al pene y a la vulva.

Ella rellenaba el shot de tequila solo a la mitad y un shop de cerveza completo llegando casi a un litro.  ¿Cuál era la enseñanza? Que las mujeres al demorarse mucho más para sentirse “hot” lo ideal es que su pareja la acompañara con una serie de juegos de conquista que la encaminaran a su proceso de excitación máxima.

Por la misma vía va la sexóloga Pancha Buzeta y nos relata: “Las mujeres somos auditivas, los hombres son visuales. Para la mujer, es muy importante la previa, todo lo que va antes del encuentro íntimo. Ella se demora más o menos 15 a 20 minutos en llegar a su orgasmo, en cambio, el hombre, 5 minutos. Por ende es vital que la mujer logre conocer, a través de la autoexploración, el conocimiento de sus zonas erógenas. Así las comunica a su pareja y al saberlas pueden entrar en este juego pausado que incluso podría llevar a orgasmos más o menos simultáneos, aunque, insisto que no es el objetivo”.

Cabe señalar que el orgasmo en la mujer dura entre 7 y 18 segundos, mientras que en el hombre se extiende de 2 a 10 segundos. “Las mujeres tenemos un orgasmo más largo y no olvidemos que somos multiorgásmicas, o sea, podemos tener microorgasmos después de uno más intenso. Los hombres en cambio no pueden experimentar esa sensación, ya que tienen su proceso refractario por lo que tienen que completar todo el ciclo nuevamente, para poder volver a comenzar a exitarse y tener una eracción, nosotras no… Una vez que llegamos arriba, podemos mantenernos arriba muchísimo rato».

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