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Es bien sabido que la menopausia provoca grandes cambios en el cuerpo de las mujeres, y no solo marca el fin del ciclo reproductivo. De hecho, algunas de las transformaciones más mencionadas por especialistas son los bochornos, el insomnio y la salud ósea.
No obstante, esta etapa también tiene grandes consecuencias en la piel. Situación que muchas veces provoca preocupación, incomodidad e impacto en su autoestima.
¿Qué cambios provoca la menopausia en la piel?
Recordemos que en dicha etapa del ciclo reproductivo es común que aparezca acné en zonas del rostro donde nunca antes se había manifestado, como el mentón, la mandíbula o incluso el cuello. El cual, a diferencia del acné típico de la adolescencia, este suele ser más persistente y difícil de tratar.
Por otro lado, se caracteriza por presentar lesiones profundas, a veces dolorosas, que tardan en desaparecer y que, con frecuencia, dejan marcas oscuras o cicatrices visibles.
Además, durante este periodo, la piel puede volverse más seca y sensible, presentar cambios en la pigmentación, acné en la adultez o incluso caída del cabello. Junto a aquellos síntomas también se reduce la producción de colágeno, afectando la elasticidad y firmeza. Lo que se traduce en una piel más flácida y con arrugas más pronunciadas.
Impacto de la menopausia en la autoestima
En ese contexto, la doctora Pilar Valenzuela Mazo, ginecóloga de la Pontificia Universidad Católica, académica y directora del Diplomado en Endocrinología Ginecológica de esta misma casa de estudio, abordó en profundidad esta problemática en el podcast «Menopausia para Todas», del cual es creadora.
En dicho espacio aseguró que estos cambios físicos y emocionales repercuten directamente en la autoestima de las mujeres.
“Muchas mujeres señalan que los cambios que experimentan en su piel durante la menopausia son de los que más impactan su valoración personal y su calidad de vida. Aunque a veces estos aspectos pueden ser subestimados, en realidad tienen una gran relevancia en el bienestar integral de cada persona. Afectando no solo cómo se ven, sino también cómo se sienten consigo mismas y en su entorno”, detalló la especialista.
La prevención es posible
“El estrógeno es clave en la síntesis de colágeno, que da esa turgencia y vitalidad a la piel. Al bajar esta hormona, la piel pierde soporte y elasticidad, aparecen arrugas más profundas y flacidez. Sobre todo en zonas como el cuello, la cara y los brazos”, explica Francisca Daza. Quien es una dermatóloga especializada en cuidado avanzado de la piel y prevención del envejecimiento.
No obstante, y ante la preocupación, la experta asegura que hay múltiples herramientas para el cuidado y prevención. Desde rutinas progresivas con retinol o antioxidantes, hasta suplementos como el colágeno hidrolizado o la creatina.