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Cada primavera, Santiago florece con colores, parques vibrantes y una incomodidad que se repite en consultorios médicos y transporte público: estornudos, ojos llorosos y congestión nasal. Lo que muchos confunden con un “resfrío eterno” es, en realidad, rinitis alérgica estacional, provocada por una combinación de pólenes —especialmente del plátano oriental—, partículas en suspensión, ácaros del hogar y una contaminación que intensifica la inflamación de las vías respiratorias.
Aquí te reunimos evidencia local y recomendaciones de especialistas para explicar por qué sucede, cómo saber si lo eres y qué hacer tú y tu mascota para no sufrir en silencio.
La “tormenta perfecta” de Santiago
Investigaciones y notas de centros académicos chilenos y museos han identificado que los árboles urbanos (entre ellos, plátano Oriental) son responsables de una proporción muy relevante del polen de Santiago en primavera. Ese polen es fino y fácilmente transportado por el viento; en algunos estudios se reporta que éstos y sus híbridos dominan el conteo de pólenes arbóreos en la ciudad.
Asimismo, las partículas PM2.5 y PM10 propias de la congestión urbana no solo irritan vías aéreas: actúan como “vehículo” y adyuvante del polen, que se adhiere a las partículas, penetra más profundo en la vía aérea y aumenta la respuesta inflamatoria en personas susceptibles. En días con alta contaminación y viento, la combinación empeora los síntomas.
Y aunque la primavera remite la atención al polen, los alérgenos domésticos (ácaros del polvo) son importantes co-responsables de congestión y asma crónica. La humedad, el calor y la acumulación de polvo tras la temporada invernal favorecen la carga de ácaros justo cuando las personas empiezan a ventilar más las casas.
¿Alergia a cualquier edad?
Aunque cueste crees, sí, a pesar de que muchas alergias aparecen en la infancia o la juventud, la sensibilización puede ocurrir en cualquier etapa de la vida.
Existen personas con “inicio tardío” de rinitis o asma alérgica por exposición sostenida a alérgenos (trabajo, mudanzas a zonas con otras especies vegetales, convivencia con mascotas) o por cambios en el sistema inmunitario. Por eso no es raro que alguien de 30, 40 o 60 años comience a experimentar síntomas estacionales nuevos. El diagnóstico y la historia clínica son claves para distinguir alergia de otras causas de congestión.
María Cecilia Guzmán, Bióloga, jefa de Inocuidad y Validaciones de Airlife dice: “Que una persona sea más alérgica que otra depende de una combinación de factores genéticos y hereditarios, inmunológicos, ambientales y, por supuesto, también el estado de salud mental. Se sabe científicamente que pueden generar cuadros de estrés, ansiedad, frustración, depresión, desgaste emocional e incluso afectar la calidad del sueño.
Las reacciones alérgicas impactan de lleno en la salud mental porque alteran negativamente el equilibrio emocional de la persona que la padece. Esto ocurre porque físicamente, sustancias inflamatorias que se liberan durante una reacción alérgica pueden viajar al cerebro y afectar negativamente el estado de ánimo, la función mental y cognitiva, los sentimientos y el comportamiento, provocando un deterioro de la salud mental”.
Pruebas diagnósticas
- Prick test (prueba cutánea de punción): es el método de elección para el diagnóstico de sensibilización a inhalantes (polen, ácaros, epitelios de mascotas). Rápido, barato y con buena sensibilidad. Se realiza en el antebrazo y se interpreta en 15–20 minutos.
- IgE específica en sangre: útil cuando las pruebas cutáneas no son posibles; más caro y complementario.
- Evaluaciones complementarias: espirometría si existe sospecha de afectación bronquial (asma).
- Consulta con un alergólogo o un servicio de inmunología para interpretar resultados y planificar tratamiento. En Chile, las guías de sociedades científicas recomiendan basar la decisión en historia clínica y test dirigidos.
Las mascotas no se salvan
Así como en las personas, las alergias en perros y gatos aparecen cuando el sistema inmune reacciona de manera exagerada a algo que, en teoría, no debería hacer daño, pero lamentablemente, sí. En los perros, la causa más frecuente en primavera son los alérgenos ambientales: polen, pasto o polvo que entra en contacto con su piel. En el caso de los, la proteína principal que dispara reacciones se llama Fel d 1, y está en su saliva y piel. Aunque suele preocupar más a los humanos alérgicos a gatos, también puede generar cuadros en los propios felinos cuando se suman polen o polvo ambiental.
Señales para estar atento
Las alergias en mascotas no suelen dar los mismos síntomas que en humanos (no estornudan sin parar ni andan con la nariz congestionada todo el día). Suelen aparecer así:
En perros:
- Rascado constante o lamido excesivo, sobre todo en patas, axilas y abdomen.
- Piel enrojecida, granitos o caída de pelo.
- Oídos con mal olor u otitis repetid.as.
- En algunos casos, tos o estornudos en primavera
En gatos:
- Se rascan mucho o se acicalan hasta dejarse zonas sin pelo.
- Aparición de pequeñas costras o ronchas en la piel (dermatitis miliar).
- Ojos llorosos, estornudos o mocos cuando están expuestos al polen.
¿Es alergia realmente?
El diagnóstico lo hace el veterinario, y casi siempre es un proceso de descarte:
- Revisar parásitos: muchas veces las pulgas o sus picaduras son las culpables.
- Descartar infecciones: bacterias u hongos en piel y oído también provocan picazón.
- Evaluar alergias alimentarias: se prueba una dieta especial durante varias semanas para ver si mejora.
- Pruebas específicas: si se sospecha alergia ambiental, existen test cutáneos o análisis de sangre para detectar a qué polen o polvo es sensible la mascota.
Recomendaciones multiespecie
La bióloga María Cecilia Guzmán entrega algunas recomendaciones para enfrentar el peak alérgico que se viene, especialmente en espacios cerrados:
- Ventilar adecuadamente, en periodos cortos y de preferencia a primera hora de la mañana, cuando hay menos alérgenos circulando.
- Disminuir el contacto con partículas irritantes, como el humo del tabaco o el aire acondicionado, ya que pueden desatar una reacción alérgica severa.
- Evitar la acumulación y persistencia de alérgenos, creando entornos ecológicamente saludables como el uso de tecnologías de purificación ambiental con sistema de fotocatálisis avanzada, capaz de eliminar hasta el 99,9% de virus, bacterias y alérgenos sin químicos ni residuos tóxicos.
- En traslados en autos, lo mejor es usar el aire acondicionado y evitar abrir las ventanas.
- Purificar y sanitizar el interior del auto, incluyendo los conductos internos de ventilación y del aire acondicionado.
Bonus track
- Monitorea los niveles de polen y la calidad del aire. Evita actividades intensas al aire libre en días de conteo alto y en jornadas ventosas. (Aplicaciones meteorológicas y sitios de salud ofrecen pronósticos locales).
- Evita exposición directa: mantén ventanas cerradas en las horas de mayor polinización (mañana temprano y tarde ventosa); usa aire acondicionado con filtro en casa y auto. No seques ropa al exterior.
- Higiene personal: ducha y cambio de ropa al volver del exterior para eliminar polen adherido, y lávate la cara y los ojos si están irritados.
- Limpieza doméstica focalizada: aspiradoras con filtro HEPA, lavar ropa de cama en agua caliente, reducir alfombras y peluches que atrapan ácaros.
- Protección personal en exteriores: anteojos de sol grandes para evitar entrada de polen a ojos; mascarillas (N95/FFP2) en días de alto polen o contaminación.
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