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La Navidad tiene esa magia única que se cocina a fuego lento. Es una fecha para compartir, para volver a la mesa con calma, con recetas que abrazan y aromas que despiertan recuerdos.
Y como cada familia vive esta noche de manera distinta, hoy quiero proponer tres menús navideños pensados para distintos presupuestos, todos con ingredientes fáciles de encontrar en Chile y con mi estilo: sabores caseros, mucha frescura y ese toque mediterráneo que nunca falta en mi cocina.
1. Menú económico (accesible y delicioso)
Entrada: Ensalada tibia de zanahorias asadas con yogurt y za’atar
Las zanahorias se cortan gruesas, se mezclan con comino, un poco de miel, aceite de oliva y sal, y se asan hasta que estén caramelizadas. Se sirven tibias sobre un yogurt con limón y ajo, y se termina con za’atar o una mezcla casera de orégano y sésamo tostado.
Fondo: Pollo al horno con limón, ajos y hierbas + papas doradas
Se mezclan muslos o trutros con jugo de limón, dientes de ajo aplastados y hierbas frescas. Todo va al horno en una sola fuente, con papas cortadas y mezcladas en los jugos. El resultado: pollo jugoso y papas doradas que absorben todo el sabor.
Postre: Pavlova rústica con crema y frutas de temporada
El merengue se hornea lentamente hasta que quede crocante por fuera y suave por dentro. Se arma con crema batida y frutas frescas: frutillas, duraznos o lo que haya en la feria. Es sencillo, rendidor y siempre festivo.
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2. Menú intermedio (elegante pero accesible)
Entrada: Hummus cremoso con berenjenas y nueces
Se procesan garbanzos cocidos con tahini, limón, ajo y comino, un poco de agua para lograr una textura suave. Encima se agregan cubitos de berenjena dorada en la sartén, nueces picadas y aceite de oliva. Pan pita tostado para acompañar.
Fondo: Plateada al jugo con puré cremoso o polenta suave
La plateada se sella y luego se cocina lentamente con vino tinto, cebolla y laurel hasta que se deshace. Se pueden agregar más verduras como apio o zanahoria y si te animas, salsa de tomate. Se sirve con puré de papas con mantequilla o una polenta suave hecha con caldo y un toque de queso.
⭐ Extra: Pechuga de pavo a la mantequilla y hierbas
La pechuga se unta con mantequilla, limón, romero y salvia, y se hornea hasta quedar dorada y jugosa. Los jugos se convierten en un gravy rápido mezclando caldo, harina y un poco de vino.
Si quieres le agregas jugo de mandarina que además está en temporada.
Postre: Tartaleta de limón con merengue
La base se hornea antes para dejarla crujiente. La crema se hace con limón, yemas y azúcar cocidos suavemente hasta espesar. Se corona con merengue dorado y se sirve bien fría para resaltar lo cítrico.
3.Menú premium (sofisticado y casero)
Entrada: Burrata con tomates confitados, albahaca y pistachos
Los tomates se hornean lentamente con aceite de oliva, ajo y sal hasta que estén dulces y suaves. Se sirven alrededor de una burrata fresca con albahaca y pistachos picados. Un chorrito de buen aceite de oliva finaliza el plato.
Fondo: Salmón al horno con costra de hierbas + ensalada de granada y pepino
El salmón se cubre con una mezcla de eneldo, perejil, limón, mostaza y pan rallado, y se hornea hasta que esté tierno. Se acompaña con una ensalada fresca de pepino, granada y menta para equilibrar la grasa natural del pescado.
Postre: Torta fría de chocolate y tahini
Se prepara una crema mezclando chocolate amargo derretido con tahini y un toque de crema. Se alternan capas de galletas remojadas en café con esta mezcla, y se refrigera toda la noche. El reposo intensifica el sabor y la textura aterciopelada.
Acá no es importante el precio del menú, sino la intención con la que lo cocinamos. Hay magia en algo tan simple como asar zanahorias, preparar un pollo jugoso o cubrir una burrata con tomates dulces. Que esta mesa represente a quienes la habitan, como siempre.
Ojalá alguna de estas ideas te inspire, y si no, al menos te recuerde que cocinar también es una forma de decir “te quiero”.
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