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¡El día después de las fiestas tiene reglas propias! No hay apuro, el cuerpo está cansado, hace calor y las ganas de cocinar son pocas. No es un día para imponer nada, sino para comer rico y simple usando sabores conocidos, preparaciones fáciles y platos que acompañan el ritmo del verano chileno.
Aquí, algunas ideas clásicas del día después: comida que reconforta, refresca y se disfruta sin culpa ni ceremonia.
MARISCOS: FRESCOS Y COMPARTIDOS
Los mariscos son casi un ritual del día después. Choritos, almejas, machas o camarones funcionan porque son sabrosos sin ser pesados y porque invitan a comer lento, conversando.
Una buena opción es prepararlos al vapor, apenas abiertos, con limón recién exprimido. También pueden ir salteados rápidamente con ajo y un toque de merken , o en una paila marina suave, con poco caldo y sin exceso de ingredientes.
Son platos que no necesitan acompañamiento: un poco de pan, una mesa a la sombra y listo.
Un ceviche grande para todos y harto pancito para acompañar es mi recomendación.
PASTAS SIMPLES DEL DÍA SIGUIENTE
No requiere concentración ni técnica, y siempre satisface.
Espagueti con ajo y aceite de oliva, tallarines con mantequilla y queso rallado, o una salsa de tomate fresco hecha con tomates rallados, albahaca y aceite. Preparaciones simples, de pocos ingredientes, que se arman rápido y se comen mejor aún.
La pasta del día después no busca lucirse.
Incluso puede hacerse una salsa con las “sobras” del día anterior. Si te sobró carne del asado, la convertimos en boloñesa rápida.
ARROZ CON ALGO: COCINA INTUITIVA
El arroz aparece cuando el cuerpo pide algo básico. Arroz blanco recién hecho o del día anterior, acompañado con huevo frito, con mariscos salteados, con tomate y cebolla, o con restos de carne o pollo de la fiesta.
No hay receta fija. Es un plato que se arma con lo que hay, que se adapta al hambre real y que calma.
SANDWICHES DEL DÍA DESPUÉS
El día post fiesta nadie quiere mucha loza. Por eso el sandwich es protagonista.
Pan crujiente con palta y limón, jamón y queso derretido, restos del asado convertidos en pan con carne, o incluso pescado frito del día anterior.
Son comidas directas, informales, que se comen con la mano y sin mayor protocolo.
COMER FRÍO Y PICAR DE A POCO
Con calor, muchas veces no se hace una comida formal. Se pica durante el día.
Tomates con sal y aceite, palta a cucharadas, quesos, aceitunas, pan, empanadas recalentadas o restos de la noche anterior. Todo se pone al centro y se va comiendo de a poco, sin horarios estrictos.
ALGO DULCE PARA CERRAR
Helado a media tarde, fruta bien fría recién cortada, restos de tortas o postres de la celebración, o galletas acompañadas de bebida o café frío.
¿QUÉ TOMAR PARA CAPEAR EL CALOR?
JUGO HIDRATANTE DEL DÍA DESPUÉS
Una mezcla clásica y muy veraniega es sandía con limón y menta, bien fría, casi granizada. Refrescante, ligera y perfecta para el calor.
Otra opción es el melón con jugo de naranja, dulce y suave, fácil de tomar incluso cuando no hay mucha hambre.
TINTO DE VERANO Y MICHELADAS
Vino tinto bien frío, bebida de limón o agua mineral, mucho hielo y rodajas de naranja o limón. Ideal para sentarse a la sombra, conversar y cerrar las fiestas con calma.
El día post fiesta no se trata de portarse bien, sino de escucharse. Comer rico, simple, fresco y sin pensar demasiado. Bajar la música, capear el calor y volver de a poco al ritmo del verano.
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