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Caso Karadima: Iglesia deberá pagar 100 millones a cada denunciante

La Iglesia Católica deberá indemnizar a los demandantes principales del caso Karadima con 100 millones de pesos a cada uno por sus crímenes.

Según el reciente fallo de la Corte de Apelaciones, la Iglesia Católica deberá pagar 100 millones a James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo.

Los denunciantes habían demandado al Arzobispado de Santiago por encubrimiento de sus abusos.

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De manera unánime, la Corte de Apelaciones confirmó que las tres víctimas del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, tendrán que ser indemnizadas con 100 millones de pesos cada uno.

En la resolución se señala que los antecedentes son suficientes para formar convencimiento, y que constituye plena prueba.

También que se da por acreditado que los denunciantes «han sido dañados por la Iglesia en su condición de ser humano, al contribuir a la traumatización acumulativa de su psique intrínseca, provocando un efecto devastador en su condición de tal».

Además se declaró que «las víctimas buscaron divulgar el abuso mediante denuncias y no fueron escuchadas, resultando que esa divulgación constituía una amenaza para el círculo cercano, para la imagen pública del abusador y para el prestigio de la Iglesia Católica como institución».

«La negligencia en la investigación del abuso que se hizo desde las instancias oficiales de la iglesia católica tuvo gran impacto sobre las víctimas cuando las autoridades institucionales descartaron la denuncia en lugar de considerar la posibilidad de examinar si tenía algún elemento de verdad, protegiendo con su inactividad a los abusadores», agrega la resolución.

Además, vale la pena recordar que en 2017 se rechazó el recurso judicial donde se buscaba una indemnización de $450 millones.

Las declaraciones de los tres demandantes frente al fallo:

Uno de los demandantes, Juan Carlos Cruz, comentó la noticia en su cuenta de Twitter:

Por su parte, James Hamilton, en una conferencia de prensa, declaró que “Es un hecho importante no solo por nosotros, sino por los cientos y miles de víctimas de abuso por parte de sacerdotes y religiosos que han sufrido la falta de justicia, la revictimización, el abandono, la absoluta soledad y la traición a su compromiso original de cuidado y acompañamiento”.

A lo que José Andrés Murillo agregó que el fallo no es motivo de alegría, pero están conformes. “Ha sido un largo tiempo, más de 20 años, en los que de distintas maneras hemos buscado justicia y reparación”.

“Confiamos en que vienen nuevos aires en la Iglesia de Santiago”.

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