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El liderazgo laboral de las mujeres: Queda mucho por hacer

Pasos se han dado, pero no los suficientes para equiparar los cargos importantes que lideran los hombres en comparación a las mujeres.

Copia De Mundo Laboral

Getty Images

Pasos se han dado, pero no los suficientes para equiparar los cargos importantes que lideran los hombres versus a nosotras que nos cuesta el doble; ya que derribar estereotipos y equilibrar la vida familiar no es tarea fácil. El camino continúa y las féminas no están dispuestas a rendirse para ser las jefas.

Por Bibi Mandakovic

No soy católica, sin embargo, mi infancia está marcada por sus creencias e incluso por hacerme parte de ciertos de sacramentos de los que, por supuesto no reniego, porque mi fe en Dios está intacta y a su vez, hicieron acercarme al mundo que permite constatar que no solo somos es corporalidad y praxis. Si existen las energías, los milagros y los bálsamos de consuelo cuando estás en problemas.

Lo que hizo apartarme de la iglesia fue su manera castigadora de ver la vida; ya que, si no la llevas bajo sus principios te caerán las penas del infierno y luego el destape de todos los abusos, y excesos económicos cometidos por sacerdotes, cardenales y cuando señor que se goleaba el pecho.

No obstante, esta semana me entero de que el Papa Francisco nombró a la monja franciscana y politóloga Raffaella Petrini, de 52 años, secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, es decir hoy una mujer, insólito hasta ahora es la «número dos» del pontificio.

Como verán, méritos tiene por montón y seguramente muchas de las postulantes que representaban a cientos de mujeres que por siglos esperaron su oportunidad.

Petrini es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Internacional Libre de Guido Carli, además doctora por la Universidad Pontificia de San Tommaso d’Aquino, donde también es docente de Economía del Bienestar y Sociología de los Procesos Económicos. Anexo a eso se desarrollaba como oficial de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

No hay duda que lo merecía y su nombramiento es una muestra de que algo está cambiando desde lo profundo; porque si la Iglesia Católica incorpora mujeres en cargos así es debido a que comparte la idea de equidad de género y, por ende, con este paso contribuye a visibilizar el trabajo de las mujeres en la Iglesia, dando un ejemplo a otras entidades igual de rígidas y machistas a tomar la misma iniciativa.

Creo que hace tiempo debía haber sido, aunque sabemos que nuestro ligar lo iremos tomando «lento pero seguro».

Copia De Mundo Laboral 3

¿Cómo es cada género como jefe o jefa?

Los prejuicios y estereotipos hacia las mujeres en área laboral son persistentes e, incluso, en «la pega misma» se comprueba que son mucho más de lo que se cree.

En los cargos que comprometen altas responsabilidades y que reciben robustas remuneraciones no existe igualdad. De hecho, en Europa se piensa solo uno de cada tres jefes es mujer y por si fuera poco, a las jefas se les paga un 23,4% menos que sus compañeros.

Según el estudio de Randstad y Grupo Actual, ‘La personalidad del trabajador contemporáneo’, las mujeres demuestran más compromiso y están más orientadas a la tarea; es decir, presentan más responsabilidad por lo que hacen y un mayor grado de sacrificio.

Adicionalmente nos caracterizamos por ser más organizadas y preferimos un entorno laboral más estructurado, prestando más atención a los detalles.

En cambio, ellos tienen un pensamiento más teórico y ofrecen enfoques más estructurados y globales. Esto les permite tomar decisiones más rápidamente y, al ser menos expresivos; presentan una mayor contención emocional. Además, son más creativos que nosotras y aportan soluciones originales.

Vidas distintas

Copia De Mundo Laboral 2
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Las causas detrás de esta desigualdad son por lo general, la no repartición equitativa de tareas familiares; principalmente el cuidado de los hijos y las tareas del hogar recaen en la mujer y eso dificulta a optar por cargos altos; pues compatibilidad el tiempo no permite llevar el ritmo de las exigencias y tampoco existe la flexibilidad en los horarios.

Cabe mencionar que para nosotras resulta más complejo ascender a puestos directivos; ya que se ha demostrado que al estar expuesta a mayor presión y exigencia; la vida familiar, llámese: atender las necesidades de la casa, hijos y marido se debilita, haciendo que la vida amorosa se derrumbe y concluya en un divorcio.

Otras de las desventajas que tenemos a la hora de ir a entrevistas de trabajo es que además de suponer que estamos con carga de trabajo familiar; y doméstico se contempla que las mujeres tenemos un 9% más de posibilidades en desencadenar una depresión en la vida que ellos; que por el solo hecho de ser hombre inspiran una «falsa» confianza.

Por si fuera poco se ha estereotipado que las mujeres cuando son reprendida por no hacer bien su trabajo ellas desencadenas un estrés; a diferencia de ellos que transforman ese llamado de atención en una amenaza de quedarse sin trabajo y dinero, por lo que comienzan a producir aun más y encausarse mucho mejor en sus labores.

¿Tenemos que masculinizarnos?

A la hora de ejercer un cargo de importancia, las mujeres inconscientemente comienzan a masculinizarse como sinónimo de inspirar respeto.

Ellas sienten que resulta al ver a sus compañeros como buenos lideres con actitudes que suponen: agresividad; competitividad, independencia y disposición para defender sus creencias, obviando lo que innatamente se nos ha dado como la feminidad; compasión, honestidad, sensibilidad, empatía y disposición para cuidar de los demás.

Esto es un error, pero ocurre porque las características femeninas tienden a verse como negativas y como símbolo de debilidad. Asimismo, cuando una mujer adopta conductas más rudas de «ser mandona»; «una personalidad difícil», «arrogante» y «sin escrúpulos».

¿Y Chile?

La desigual distribución de horas laborales y tareas afecta los logros económicos de las mujeres y hombres. La tasa de empleo femenino en Chile es casi 20 puntos porcentuales inferior a la masculina, una brecha mucho mayor que la media de los países de la OCDE.

La maternidad tiene un fuerte impacto y, aunque las madres de niños pequeños generalmente sólo se retiran temporalmente del mercado laboral; es más probable que trabajen a media jornada o informalmente al regresar a sus labores.

Las mujeres que trabajan en Chile ganan significativamente menos que los hombres. La proporción de mujeres que ganan un salario bajo es aproximadamente 1,6 veces mayor a la de los hombres en Chile y las mujeres tienen menos probabilidades de ascender a puestos directivos.

La pandemia del COVID19 ha expuesto retos preexistentes de una forma sin precedentes. Cuatro quintos de las mujeres chilenas que dejaron de trabajar durante la pandemia no buscaron un nuevo empleo.

Los números hablan según la ONU

• En sólo 22 países hay Jefas de Estado o de Gobierno, y 119 países nunca han sido presididos por mujeres. Al ritmo actual, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión no se logrará por otros 130 años.

• Sólo 10 países están presididos por una Jefa de Estado, y 13 países tienen Jefas de Gobierno.

• Sólo el 21 por ciento de quienes ocuparon ministerios fueron mujeres, y apenas en 14 países los gabinetes de Gobierno han alcanzado el 50 por ciento o más en la representación de las mujeres [4]. Con un aumento anual de apenas el 0,52 por ciento, no se alcanzará la paridad de género en los cargos a nivel ministerial antes de 2077.

• Las cinco carteras ministeriales más comúnmente ocupadas por mujeres son las siguientes: Familia/Niñez/Juventud/Adultos Mayores/Discapacidad, seguidas por Asuntos Sociales; Medio Ambiente/Recursos Naturales/Energía; Empleo/Trabajo/Formación Vocacional, y Asuntos de la Mujer/Igualdad de Género.

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