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El señor Amazon: sin duda, todos conocemos la primera y mayor tienda virtual del mundo, que da vueltas por la ciberesfera desde los inicios de Internet.
Amazon, el gigante que vende de todo, y entrega en tiempo récord, ha sido la gran plataforma para crear la fortuna de Jeff Bezos. De esa empresa, posee solo el 7%, pero le ha bastado para que en 2015 fue el quinto hombre más rico del mundo, y en 2017 alcanzó el primer puesto de la lista Forbes.
A fines del 2019, se convirtió la primera persona en superar los 100.000 millones de dólares en la lista Forbes de los multimillonarios del mundo.
Controvertido en sus opiniones y acciones, hace un par de años viajó al espacio en su sonda, Blue Origin New Sheppard, junto a su hermano, para demostrar la viabilidad de su sueño interestelar. Esto ha causado problemas con científicos y ambientalistas, que creen que el millonario usa los viajes al espacio como un juego. Bezos tiene un matrimonio previo, que terminó en el 2019, del cual tiene cuatro hijos.
¿Quién es la que viene allí? La novia, Lauren Sánchez
Lauren Sánchez, tampoco ha estado exenta de polémicas. A sus 55 años, Lauren ha hecho prácticamente de todo en los medios de comunicación. Reportera de programas deportivos, presentadora de programas de moda e incluso, participó en un estelar de baile, donde le fue muy bien.
Ha sido elegida entre las personas más bellas por la Revista People y uno de los “Hot Bodies” del año 2020 por la revista Us Weekly. Se ha criticado a la novia por su extensa lista de ex parejas, y su amor por el lujo al extremo de ser chabacano.
Pese a los pelambres, a una acusación de chantaje a una revista por amenazar con filtrar detalles de su vida privada, Lauren se convirtió en la señora Bezos el viernes 27 de junio, en una fiesta en Venecia con 300 invitados donde han destacado las celebridades.
La polémica de la invitación
El sitio TMZ, hizo circular la invitación al matrimonio de esta millonaria pareja y se prestó para todo tipo de bromas, ya que parece hecho en canvas, por alguien muy apurado. Un par de mariposas, un puente tipo Venecia, y una caligrafía y papel muy distinto al de los matrimonios más refinados. Luego, ha sido motivo de burla que muchas de las celebridades invitadas fueron solo por “clout” y no por amistad.
¿Quién le va a creer a Jeff Bezos y Sánchez, una pareja en sus 50 años, que son amigos de actrices jóvenes como Sydney Sweeney, o de la novia de Leo di Caprio? En un acto relacionado con un festival de cine, en la ciudad de Los Ángeles, este domingo, Charlize Theron se burló de los invitados, diciendo “Bueno, los que estamos acá presentes somos las únicas celebridades del mundo que no están en Venecia con Bezos. Pero no importa: somos mejores y más inteligentes”.
La estética Mar-A Lago
Jeff Bezos y su esposa son muy cercanos al presidente Trump, y tal como muchos de los que se acercan al espos de Melania Trump, se ha detectado que hay ciertos patrones en las operaciones faciales que han creado la “cara Mar- A -Lago”, en referencia a la residencia de descanso de la familia Trump.
Las cejas gruesas, los labios muy rellenos y los pómulos casi como ardillas dan muestra de estos retoques, que se han prestado para burlas. Los cirujanos plásticos hablan de una cara con un face lift exagerado, quedando con los ojos achinados a nivel de “cara de velocidad”. Esta estética está representada no solo por Lauren Sánchez, sino también por representantes del gobierno de Trump, como Kristy Noem, la representante de seguridad nacional.
Mientras el entorno a Trump se llena de estos fillers, en Hollywood se busca volver a retoques más naturales: por ejemplo, la actriz Kristin Davis -nuestra querida Charlotte de Sex and the City- ha contado en innumerables entrevistas que está buscando disolverse los fillers para recuperar su cara.
El vestido de la novia. ¿Sigamos pelando la boda del fin de semana?
Uno de los grandes temas ha sido el vestido utilizado por Lauren Sanchez, quien está en la portada de Vogue, con un vestido diseñado exclusivamente para ella por Dolce and Gabanna, con una parte superior muy entallada, tipo corset, con ciento ochenta botones forrados en seda, y una cola de sirena larga, amplia, y con muchas telas ostentosas.
De acuerdo con los expertos: el lujo compra lo que quiere, menos buen gusto. De acuerdo con las informaciones de prensa, el vestido costó VEINTE MILLONES DE DÓLARES. La pieza fue inspirada en un vestido usado por Sophia Lauren en una cinta de 1968, pero según los conocedores, el homenaje es más insulto que otra cosa.
La cartera: una vez que terminaron las festividades de tres días en Venecia, la pareja se despidió con una sesión de fotos. Donde se puede ver a la novia con una cartera tipo clutch, que dice con piedras preciosas “Call me Mrs Bezos”, es decir, díganme señora de Jeff Bezos, dejando en claro que se suma al 70% de mujeres en Estados Unidos que eligen tomar el apellido de su marido en vez de mantener el propio. ¿Qué opinamos?
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