Durante la noche del jueves, en un capítulo del programa De tú a tú, el animador Rafael Araneda abrió las puertas de su casa para hablar de su vida y los costos de vivir en Estados Unidos.
La conversación comienza hablando de su hija mayor, Martina. Ella es la única que decidió quedarse en Chile estudiando. “Ella está en una edad en que, pese a que nosotros insistimos en contenerla, ella también quiere volar con alas propias”, explicó Rafael Araneda.
“Cuesta entenderlo, yo todavía no la entiendo, o sea la entiendo, no me gusta tanto”, agregó.
Martín Cárcamo le preguntó cómo ha manejado el desapego con Martina. “Duro, súper duro. Porque sigue siendo mi niñita, va a cumplir 20 ahora. Pero la gran tranquilidad que tengo es lo bien que la he visto”, aclaró.
Mientras Rafael Araneda mostraba su casa en Weston, Florida, fueron apareciendo sus hijos. Primero Florencia, de 17 años, y luego Vicente.
Luego, el animador subió las escaleras junto a Martín para buscar a su señora, Marcela Vacarezza, quien apareció saludando desde el baño.
Rafael Araneda cuenta que ella no lo quiso acompañar cuando él se fue a vivir a México, pero que ahora están todos juntos.
La llegada a Estados Unidos
Rafael Araneda llega a Estados Unidos a través de un casting, para hacer “Enamorandonos”. Se encontraba de vacaciones cuando la productora mexicana y amiga del animador Magdalena Rodriguez, quien falleció el 2020, lo llamó y le dijo que estaba “hecho para ese programa”.
“Solo quiero que se lo demuestres a quien se lo tengas que demostrar porque no te conocen y quiero que te conozcan”, lo alentó.
Esta fue la primera vez que Rafael Araneda entraba a un casting, explicando que llegó aterrado y que compitió con unos ocho hombres y ocho mujeres.
Al día siguiente, recibió el llamado de Univision para preguntarle sobre sus antecedentes y papeles en relación a su visa, y tras corroborar que no había problema, quedó.
La vida solitaria no es para Rafael Araneda
Al principio se vino solo durante un año, “fue durísimo porque todo lo que me pasaba, todos los días, era un desafío nuevo, era desconocido, entonces eso era un nivel de agotamiento y sobre todo cuando estás con la ansiedad de que salga todo bien”.
Durante este tiempo, extrañó mucho a su familia y a su madre, quien tiene 93 años, y que el momento crítico para él fue cuando partió la pandemia. “Yo no estoy hecho para vivir solo, lo pasé mal”, reconoció.
Cuenta que su madre se quedó viviendo en Chile con su familia, que sus hijos debieron tomar precauciones y evitar juntarse con cualquier persona para cuidar su salud.
“Lo más aburrido, lo más doloroso, lo más triste de vivir en Estados Unidos hoy día es que me estoy perdiendo los últimos días de mi mamá”, dijo emocionado Rafael Araneda.
El animador vive con el temor constante de que le pueda pasar algo a su madre, le da miedo recibir ese llamado.
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El violento asalto
La decisión de Rafael Araneda sobre irse a estados unidos va mas allá de un calculo financiero, si no que por un calculo de pasión, de nuevos desafíos y oportunidades para él y su familia.
Ademas, la decisión se reforzó luego del asalto que sufrió el animador en su casa en Santiago.
“Tuvimos un asalto súper violento y de ver que esto se empieza a hacer súper habitual… es de todos los días, uno no puede vivir así”, reconoció.
“Yo, teniendo reja, doble reja, alarma, ¿qué pasa para los que no?”, se cuestionó. Y agregó “la prensa habla de portonazo, no habla de violación a la propiedad privada, no hablan de robo con intimidación, usan las palabras no adecuadas”, puntualizó.
Rafael Araneda cambia su actitud y se pone serio al hablar de los seis intrusos que ingresaron a su casa. “Tenían apuntados con pistolas y con cuchillos a mis hijos, súper valientes además los hueones”, comienza diciendo. “A Vicente le ponen una pistola en la cabeza, a la Florencia acá (apunta a su abdomen), las tenían en otro sector con la Marcela”, añade.
¿Cómo reaccionó el animador en ese momento?
“Angustia, angustia total, veía todo esto en cámara lenta. Yo me quería morir y no podía hacer nada. Sentía que no podía proteger a los míos”, dice.
“Estaba para proteger y yo no los podía proteger, porque otro hueón me tenía un arma acá (señala el abdomen)”, agregó.
Rafael Araneda contó que entregó todo, que tuvo paciencia, pero que cree que lo acompañó su padre porque no les pasó nada respecto a lo físico.
En lo emocional, confesó que “duele mucho, todos fuimos al psicólogo, yo fui al psiquiatra, cada uno vive su proceso de manera distinta”.
¿Cómo fue el proceso judicial?
Martín le pregunta por el proceso judicial luego del asalto, ya que los delincuentes fueron atrapados.
“El proceso judicial, siendo víctima, no es justo. Yo tengo que aportar las pruebas, la fiscalía tiene que aportar sus pruebas, yo tengo que identificar a los delincuentes”, aseguró.
“La víctima le tiene que dar la cara a estos hueones, ellos tienen el derecho de quedarse callados. La víctima tiene que hablar, la víctima tiene que apuntar, la víctima lo tiene que tener ahí al frente, mi hija tuvo que verlos nuevamente”.
Según el animador, “así y todo la justicia te dice, ‘hay pruebas suficientes pero para estos no más’, ¿y los videos para los otros?, ‘no corre’. Hay otros hueones que estaban ahí y que están libres y la policía sabe quienes son y yo sé quienes son, pero están libres”.
“Yo quiero vivir tranquilo”, reflexionó.
“Aquí no hay rejas, aquí no hay llaves. Acá si un delincuente hubiese hecho lo mismo le dan 40 años. Fue súper duro, me sentí un inútil”, cerró.