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El emotivo homenaje de Kel Calderón a su abuela: ‘Mi zona segura ya no existe’

Este domingo se realizo el funeral a la madre de Raquel Argandoña, en el cual, su hija, Kel Calderón, se despidió con un emotivo homenaje

Emotivo homenaje de Kel a su abuela: "Mi zona segura ya no existe"

Una triste jornada se vivió este domingo en la familia Argandoña. Esto, debido a que pasado el mediodía, se llevó a cabo el funeral de Eliana De la Fuente.

Si bien la relación de la presentadora y su hija, Kel Calderón, ha sido complicada durante el último tiempo, este domingo ambas compartieron el mismo espacio, unidas por un amor común. El momento de despedir a su madre y abuela, quien falleció este sábado, a los 93 años.

El responso comenzó a las 12:25, en el Parque del Recuerdo de Huechuraba. Por un lado estaba Liliana, la hermana de Raquel, su marido e hijos. En el otro empezaba la corrida de sillas de la animadora, quien se encontraba con su pareja Félix Ureta. Detrás de ellos se encontraba Kel Calderón, junto a su novio Alfredo Torrealba. Y más atrás Hernán Calderón padre, quien se sentó junto a Nancy Huenupe, la querida nana de su hija.

Nano Calderón fue el único que no pudo llegar a la ceremonia, sin embargo, le dedicó una sencilla fotografía a su abuela apenas supo de la noticia.

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Emotivo homenaje de Kel a su abuela: "Mi zona segura ya no existe"

Con la canción “Ven amada mía” comenzó la despedida de Eliana. Raquel no pudo contener las lágrimas, y atrás, su hija también lloró la partida de su abuela.

Luego de 45 minutos de misa, el sacerdote invitó al estrado a quien quisiera despedirse.

El nieto mayor, hijo de Liliana, fue el primero en hablar. El descomprime un poco la pena, autodenominarse el nieto regalón, frase que sacó risas entre la familia.

Raquel Argandoña decidió no tomar la palabra al micrófono, fue su hija quién asumió este rol y entregó un mensaje a su abuela, con quien mantenía una buena relación.

Con manos temblorosas sosteniendo el celular, la abogada comenzó a leer lo que escribió la noche anterior:

“Sé que todas las despedidas son difíciles, más ahora que se está muriendo tanta gente, pero no sé cómo se despide alguien que debería estar aquí sentada. Mi abuela no estaba enferma, no se le olvidaban las cosas, no tenía grandes dolores. El sábado pasado hicimos un asado en su casa y nos reímos hasta que nos dolió la guata”.

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La despedida de Kel

El homenaje brindado por Kel Calderón duró 5 minutos, retratandolo por partes y recordando todo el amor y seguridad que le brindaba su abuela.

Calor de Hogar:

Mi abuela era de esas mujeres que ya no existen. Las que saben todo, pero no juzgan; reciben, regalonean, aconsejan. La casa de mi abuela era una zona segura entre tanta locura. En su departamento se detenía el tiempo y cualquier problema quedaba afuera. Jamás una mala cara, jamás un no ‘puedes venir’ , al contrario, siempre un plato de comida caliente, una sonrisa enorme«.

«No puedo olvidar que la primera vez que me fui de mi casa, tenía 6 años y me fui a la casa de la abuela, en la Villa Frei. No me llevé ni un calcetín, me llevé puras Barbies y me dejó quedarme ahí el tiempo que quisiera. Vivía cerca de ti, para mí tu casa era una tregua, paz y tranquilidad; y hoy siento que vivir en esas calles no tiene sentido; desde ayer son calles vacías y mi zona segura ya no existe”.

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Sus últimos años:

“Ella vivía estupenda. Le tuvieron que sacar el esmalte de uñas rojo en la clínica. Y en la pandemia decidió dejarse sus canas y las lucía con orgullo; las combinaba con un labial de color fuerte, que le aplicaba religiosamente la Isabelita, ellas dos fueron las mejores amigas en estos últimos años. Hasta el último día se tomó su copa de cola de mono, su pisco sour, sus costillitas barbecue. Si había una cosa que me impresionaba es que la abuela se reía, y se reía mucho, algo que no es tan común en los abuelos en estos tiempos; los abuelos en general mueren tristes. Yo tuve una abuela que a los 93 años me invitó a una parrillada y me recomendó películas de Netflix”.

Una promesa y un adiós:

“Abuelita mía, te prometí que iba a asegurarme que estuvieses 100% muerta antes de que te metieran a un cajón. Ayer revisé mil veces esperando que no fuera así. No puedo negar que tengo el corazón partido en mil partes. No sé dónde estás y la pandemia no alcanzó a terminar para llevarte a tantos lugares que prometí llevarte. Hoy te lloro porque me siento sola. Siento que la vida se llevó mi escudo y mis zapatos y no sé cómo seguir caminando».

«Para nadie es un secreto que mi lado de la familia está un poco quebrado y sé que te dolía y sólo pido que donde quiera que estés puedas ver que todos estamos aquí porque nos une el dolor inmenso de tu partida. Todos tus nietos te aman mucho, mucho, mucho, y digo todos y tú sabes porque te lo digo; él también te ama como también está sufriendo mucho. Se suponía que nos íbamos a ir juntas, pero me dejaste acá. Te amo”, Finalizó Kel.

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