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Hattie Retroage, mejor conocida como «La abuela de Tinder», logró la fama en su país porque a sus 86 años ha buscado relaciones con hombres más jóvenes que ella por la famosa aplicación de citas.
Esto, por supuesto, le resultó llamativo a muchas personas. Y es que la aplicación es usada más comúnmente por gente más jóvenes, a pesar de que están diseñadas para todo público mayor de 18 años.
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Pero Hattie Retroage no es solo una mujer que utiliza una aplicación para citas. La inglesa se dedicó a la danza durante toda su vida.
A los 48 años se separó de su marido. Y luego de un tiempo se atrevió a incursionar en las citas en línea, donde le ha ido bien. Ha tenido más de 50 citas con hombres menores.
Cuando el diario The Sun le preguntó a «La abuela de Tinder» por qué salía sólo con hombres menores, ella dijo que lo hace ya que «son más habilidosos y vigorosos en la cama que los hombres de su edad». Pero también dejó en claro que sus citas no siempre terminan en relaciones sexuales “Salimos a tomar un trago y, si la química es correcta, vamos a mi departamento. Si no, cada uno se va por su lado”.
¿Qué opina la familia de Hattie Retroage?
La fama de la «Abuela de Tinder» le ha traído cosas buenas y malas. Por ejemplo, hace algunos años tuvo la oportunidad de participar en «Age Gap» con su pareja del momento, para probar que la edad no es de importancia en una relación.
Además, en la actualidad, Hattie Retroage se desempeña como consejera sexual. Y no solo eso, ya que está escribiendo un libro con el que pretende reiterar su mensaje de que el «amor no tiene edad».
A pesar de sus logros, algunos integrantes de su familia no aprueban el estilo de vida de Hattie Retroage. A su hijo mayor, de 57 años, no le gusta en absoluto lo que está haciendo con su vida y cómo se está exponiendo. De hecho, es tanto su disgusto, que no le permite ver ni compartir a sus nietos.
Pese a esto, ella sigue con su estilo de vida ya que, según lo que ha declarado «La abuela de Tinder» su objetivo es «cambiar la visión horrible y decrépita del envejecimiento, y convertirla en algo emocionante».
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