Cáncer de mama: Octubre, el mundo se viste de rosa

La lucha global contra esta enfermedad no da tregua, ya que las estadísticas de mujeres afectadas no muestran signos de disminuir. Por esta razón, es fundamental recordar la importancia de la prevención, la detección temprana y un tratamiento adecuado, que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Las amigas son un tesoro, y cuando una de ellas te cuenta que encontró algo «raro» en una de sus pechugas y que va a ir al médico para saber qué es, inmediatamente te pones nerviosa. En mi caso, que trabajo cada octubre informando sobre el cáncer de mama, la preocupación fue aún mayor, ya que se que, debido a nuestra edad, somos una población de alto riesgo.

Cáncer de mama

Mi amiga fue al “doc” y las noticias no fueron alentadoras, aunque le mandaron a hacer varios exámenes para confirmar las sospechas. Al cabo de unas semanas, recibimos la noticia de que tenía cáncer de mama grado 1. Ella nos dijo a todas, sus fieles compañeras, que el oncólogo le había asegurado que había sido detectado a tiempo y que debería someterse a una cirugía.

Hoy, todo está relativamente en orden ya le realizaron una cirugía y en unas semanas más deberá hacerse quimioterapia y tomar un medicamento durante 10 años. Luego de su experiencia nos pidió, casi como un favor personal, que nos hagamos la mamografía pronto, ya que aprendió que la detección temprana hace la diferencia.

Octubre, el mundo se viste de rosa

Seguramente alguien que me está leyendo ha pasado o está pasando por una situación similar, y sabemos que no es un estado agradable, sobre todo cuando uno se informa y ve las últimas estadísticas que muestran el aumento de esta enfermedad y que afecta en un 99% a las mujeres y solo el 1% de los hombres.

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"Por medio de su Fundación Care se sumó con una gran iniciativa para la detección del cáncer de mamas. También, solicitó al Congreso agilizar las listas de espera."

Según la International Agency for Research on Cancer (IARC), en Chile, 55 de cada 100,000 mujeres serán diagnosticadas con cáncer de mama, es decir, afecta a 1 de cada 8. Esta cifra coloca a esta enfermedad como la segunda causa de muerte entre nosotras. Además, el 85% de las afectadas no tiene antecedentes familiares, el 30% desarrollará un cáncer metastásico, y si se realiza un diagnóstico precoz, 9 de cada 10 sobrevivirá. Sin embargo, en la actualidad, estas estadísticas son preocupantes, con unos 20 mil casos en Chile.

Veamos de qué se trata…

En palabras simples, el cáncer de mama es el crecimiento anormal de células mamarias, impulsado por factores genéticos y ambientales. Sabiendo esto, es vital someterse a un chequeo anual. “La mamografía es el único examen que permite detectar el cáncer de mama en sus primeras etapas.

Cuando las pacientes sienten un bulto, ya estamos llegando tarde en el diagnóstico. Si este bulto se hubiera visualizado previamente en una imagen, podríamos haberlo tratado rápidamente y, por lo tanto, disminuir su mortalidad. Esta enfermedad depende en gran medida del momento en que se la diagnostica”, dice el doctor Badir Chahuán, especialista en Cirugía Oncológica y Reconstructiva de mama en la Fundación Arturo López Pérez (FALP).

A su vez, agrega que las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama deben comenzar los estudios mamográficos y ecográficos 10 años antes que el familiar más cercano. Por lo tanto, es fundamental que las pacientes presten atención a la historia médica de su madre, abuela u otros familiares directos, especialmente si han tenido cáncer de mama a una edad temprana.

El médico también comenta que las edades más comunes para el diagnóstico son entre la quinta y sexta década de vida, pero el cáncer de mama puede afectar a mujeres de cualquier edad. Algunas lo desarrollan a los 40, 35 o incluso a los 25 años y el enfoque de tratamiento variará según la edad de la persona, ya que las muy jóvenes suelen tener una mutación genética que aumenta su riesgo y por ende, el tratamiento es diferente en estos casos.

Cada uno en su tipo y los tratamientos

El Dr. Chahuán alude que existen diferentes tipos de cáncer de mama, y algunos de ellos son claramente más agresivos. “En la actualidad, los clasificamos en cuatro subtipos: Triple negativo, Her2 enriquecido, Luminal A y Luminal B. El cáncer triple negativo es más común en personas más jóvenes y tienden a ser más agresivos. Por esta razón, recomiendo a las personas menores de 40 años que no se les solicita una mamografía que se autoexaminen para que conozcan su cuerpo. Si encuentran algo como un bulto, hundimiento de la piel o secreción de sangre por el pezón, deben consultar de inmediato”.

Además, el especialista comenta que los tratamientos han experimentado cambios significativos en los últimos tiempos. En el pasado, se realizaban cirugías mucho más invasivas y mutilantes para las mujeres, como las mastectomías radicales en las que se eliminaba toda la mama, los ganglios, parte de la pared torácica y el músculo pectoral, así como toda la piel.

“En la actualidad, hemos avanzado hacia cirugías más conservadoras centradas en la extirpación del cáncer en sí. La mayoría de los cánceres se tratan extrayendo solo una parte de la mama y algunos ganglios de la axila, en lugar de la mama completa. Cuando es necesario extirpar toda la mama, existen técnicas reconstructivas que permiten obtener resultados muy naturales y estéticamente similares a la mama contralateral”, explica el médico.

Además, añade en cuanto al desencalamiento de la axila, ahora somos más conservadores, lo que mejora la calidad de vida de la paciente al reducir el riesgo de linfedema en el brazo. Además, se han reducido los períodos de tratamiento en radioterapia; antes se requerían 33 sesiones, pero en la mayoría de los casos actualmente bastan 5 sesiones. Lo mismo ocurre con la quimioterapia, donde se utilizan terapias dirigidas específicas según el tipo de tumor. Las drogas oncológicas han avanzado considerablemente, lo que ha aumentado significativamente la supervivencia de muchas pacientes con cáncer de mama”.

Sin embargo, todavía hay pacientes que lamentablemente fallecen debido a esta enfermedad. Por ejemplo, el año pasado hubo 1600 fallecimientos por cáncer de mama, con más de 6000 diagnósticos nuevos al año. Esta enfermedad es muy prevalente, por lo que es crucial detectarla a tiempo. “Por esta razón, enfatizamos la importancia de realizar una mamografía anual en mujeres mayores de 40 años, ya que es la única manera de que esta enfermedad pueda ser curable”, finaliza el cirujano.

La importancia de la mamografía

• Detecta precozmente el cáncer de mama.
• Debe realizarse desde los 40 años.
• Es un tipo de radiografía que toma imágenes del interior de las mamas durante unos segundos.
• No puede ser reemplazada, sí complementada (por ej., con una ecografía mamaria).

El rol del autoexamen

Se realiza en casa para buscar cambios o problemas en el tejido mamario. Se recomienda hacerlo de 3 a 5 días después del comienzo del período menstrual, ya que en ese período las mamas no estarán tan sensibles ni tendrán protuberancias asociadas al ciclo. En caso de menopausia, hacerlo el mismo día todos los meses.

¿Cómo hacerlo?

Recostada boca arriba, con la mano derecha detrás de la cabeza, palpar con los dedos medios de la izquierda toda la mama derecha. Luego sentada, revisar la axila y también presionar suavemente los pezones. Repetir todo hacia el lado contrario. Su principal utilidad es que la mujer se conozca y así esté atenta cuando note cambios.

• Permite conocer las mamas y sus cambios, mediante la autopalpación.
• No reemplaza a la mamografía.
• Se recomienda mensualmente desde los 20 años.
• Levanta una alerta en mujeres jóvenes, que no tienen indicación de mamografía.
• Permite identificar posibles cambios entre mamografías, desde los 40 años.

Consejos ara evitar su aparición

• Hábitos de vida saludables.
• Evitar la obesidad y sedentarismo.
• consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo.