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Nervios, alegría, decepción… En el amor se mezclan muchas sensaciones y la música ha dado buena cuenta de ellas a través de miles de canciones que se han compuesto durante décadas. No todas se centran en lo mismo ni relatan las mismas emociones, pero sí se pueden agrupar en algunas categorías temáticas.
La ruleta del amor
El amor tiene mucho de juego, con sus emociones a flor de piel, por eso este tipo de pasatiempos han servido como leitmotiv en varios temas. El veterano grupo Bon Jovi quiso utilizar una potente metáfora para ilustrar este estado de amor/desamor con el juego de la ruleta. Un pasatiempo que algunos sitúan en el siglo XIX y que ha dado un paso de gigante con la llegada del mundo digital al incorporar la ruleta online en su versión Live, que se asemeja a la variante presencial, incorporando detalles e interacción con los dealers.
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En esta ocasión, el citado juego sirve al conjunto roquero para glosar el sentimiento al verse atraído por una “femme fatale”, como muestran algunas de las estrofas de su canción, “Roulette”, al afirmar “You just love to play the game” (“sencillamente, amas jugar el juego”) o “Roulette you’re goin’ round in a spin” (“vas a girar como una ruleta”). La ruleta serviría también a Katy Perry para conducir una historia basada en los giros de esta rueda diseñada por el matemático Blaise Pascal.
Como en el poker
Algo parecido ocurrió con “The Winner Takes It All”, de ABBA, que quiso ilustrar un relato a través de los juegos de cartas, concretamente el poker. Siendo uno de sus temas estrella, la banda sueca plasmó un encuentro entre una ex pareja en la que ella siente todavía el dolor de la ruptura. “I’ve played all my cards / And that’s what you’ve done too” (“Jugué todas mis cartas / Y tú lo hiciste también”) y prosigue con “But I was a fool / Playing by the rules” (“Pero fui una idiota / Jugando siguiendo las reglas”). ABBA sacó aquí el lado más amargo del juego, la derrota, que se hace especialmente dramático cuando la protagonista de la canción se encuentra con su antiguo amor.
Declaraciones de amor
En el juego del amor, declararse es un paso de vital importancia. Pocos lo han hecho tan bien como los compositores Bob Crewe y Bob Gaudio cuando escribieron “Can´T Take My Eyes Off You” para que la interpretara Frankie Valli. “You’re just too good to be true / Can’t take my eyes off of you” (“Eres demasiado buena para ser verdad / No puedo dejar de mirarte”), rezaba el alegato. Este clásico tuvo tal aceptación que han sido incontables las adaptaciones realizadas, desde Pet Shop Boys hasta Lauryn Hill, pasando por ilustres como Gloria Gaynor o The Killers.
En 1967, The Moody Blues lanzó “Nights In White Satin”, recordada, entre otras cosas, por su desagarrador “I can’t say anymore / ‘Cause I love you / Yes I love you / Oh, how I love you” (“No puedo decir más / Porque te amo / Sí, te amo / Oh, cómo te amo”). El idioma de Cervantes también ha dado notables declaraciones de amor; un buen ejemplo es el “Solamente tú” de Pablo Alborán, que entona su “Y tú, y tú, y tú, y solamente tú / Haces que mi alma se despierte con tu luz”.
Un baile de emociones
Desde luego, existen muchos más ejemplos. Desde el desamor profundo de José Luís Perales en “¿Y cómo es él?” o de Bonnie Tyler con “Total Eclipse of the Heart” hasta la esperanza de Frank Sinatra en “Strangers in the Night”, pasando por las dudas de los Bee Gees y su “How Deep Is Your Love”. Y no se puede olvidar la profunda idealización, como la de Adele y su “Someone Like You”, o el más decidido de los compromisos, como el que tuvo Whitney Houston cuando afirmó sin dudas “I Will Always Love You”.