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Momento de decisiones: ¿Cuándo debes renunciar o reencantarte con tu trabajo?

¿Tienes dudas acerca de tu trabajo? Acá te contamos qué debes preguntarte antes de tomarte una decisión importante.

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Getty Images.

Por una u otra cosa siempre nos preguntamos cosas respecto a nuestra pega. ¿Tengo proyección?; ¿me valoran?; ¿Me motiva lo que estoy haciendo?; ¿Me agradan mis compañeros?; ¿Es hora de nuevos desafíos?. Todas esas y muchas más son las rondan por nuestra cabeza cuando es hora de hacer un cambio en la vida laboral.

Pasamos gran parte de nuestra vida trabajando. Por eso, la idea es desarrollarnos en un espacio donde nos gusta lo que hacemos y nos sentimos la mayor parte del tiempo a gusto y nuestros jefes nos hacen ver que nuestra presencia es un aporte.

Cuando estas situaciones, a mi modo ver básicas, ya no están, se convierte una lata ir a trabajar, porque la pasión y los desafíos no existen, significa que llegó el minuto de replantearte qué hacer. Entonces el cuestionamiento crucial es ¿renuncio o me reencanto?

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Los expertos dicen es que antes de tomar una decisión sobre tu trabajo, debes tu hacerte ciertos cuestionamientos objetivos:

El cuerpo habla

Es importante escucharlo aunque no debe confundirse con una mala etapa en la vida. Si estás desmotivado, con frustración, irritabilidad, tristeza, dolores musculares por estrés, es necesario identificar si es por la pega o porque no te sientes bien contigo y tus circunstancias. Además, si los domingos son un martirio porque la ansiedad te atrapa y no puedes dejar de pensar en el lunes, es claro que lo tuyo se convirtió una modificación laboral de tipo radical.

No a las comparaciones

Estas pueden ser frustrantes, por eso pregúntate qué quieres y cuáles son tus objetivos personales, sin necesidad de mirar lo que hacen los demás.

Pensar a corto y largo plazo

Hacer una lista de tus metas y trata de ver como te ves en 2 años, en 5 y en 10 años más. ¿Si continúas donde estás, podrías lograrlo?

Realismo ante todo

Es casi imposible que nuestras labores nos gusten al 100%, ya que siempre hay tareas que apasionan más que otras. Entonces con cabeza fría investiga: cómo está la situación económica den tu país, los niveles de desempleo, los sueldos, el costo de la vida y el campo donde te desempeñas. Saberlo te permitirá tomar decidir si es una buena idea renunciar o aun no.

Jamás actuar impulsivamente

No tomes determinaciones precipitadas o sin haber dedicado tiempo de reflexión adecuado. Cuando estamos estresados o enojados cuesta más pensar de forma racional. Cuestiónate lo siguiente:
¿Aceptarías un cargo con menor sueldo?
¿Qué ocurriría si en un plazo de 3 meses no encuentras un nuevo trabajo?
¿Sabes qué empresas encajan mejor contigo?
¿Cuál es el próximo paso necesario para alcanzar tus objetivos?

Tanto la introspección como los cambios no son fáciles, así que la ansiedad debe dejarla de lado, así como la opción de comenzar una labor que desconocemos, pues la inexperiencia puede dificultarnos encontrar el puesto que queremos.

SEÑALES QUE PODRÍAN INDICAR QUE ES HORA DE CAMBIAR DE TRABAJO

¿Te acuerdas cuando eras niño y tenías mucho miedo de caer cuando comenzabas a andar en bici? A pesar de eso, nadie te bajaba y caías seguías intentándolo. Esa capacidad de cometer errores y pararte es lo que debe permanecer en tu espíritu, independiente de la edad.

Buscar una nuevas oportunidades laborales es incompatible con el miedo al fracaso, ya que la incertidumbre y el pesimismo pueden destruir tú y hacerte desistir de encontrar un nuevo lugar donde desarrollarte.

Jamás permitas que las dudas te paralicen. Atrévete, si estás segura (o) de tener las capacidades. Dejar de asumir retos es dañino: merma tu autoestima y la seguridad en ti mismo. Tolerar la incertidumbre es la piedra angular.

Llego la hora cuando…

Sientes que estás estancado

Es difícil mantenerse motivado y productivo en el trabajo siempre, pero si corroboras que no hay espacio para avanzar, acceder a un ascenso, aumento salarial, es primordial evaluar. Asimismo, as promesas incumplidas de tu jefe, como un nuevo puesto o capacitaciones, son signo que que difícilmente habrá cambios para ti.

Conflictos constantes y difíciles con tu superior

Habrá ocasiones en las que tú y tu jefe no estén de acuerdo, pero cuando los problemas van más allá de los desacuerdos casuales y hay una falta de confianza y apoyo, eso puede sofocar la productividad y progresión profesional.

Dejas todo para después

Todos posponemos las cosas de vez en cuando, pero si estás constantemente esperando hasta el último minuto para completar las tareas del trabajo cuando solías programarlas adecuadamente, eso podría ser una señal de que es hora de buscar otro camino.

No te identificas con el ADN de la empresa

La cultura de tu empresa juega un papel en el compromiso, productividad y felicidad de sus empleados, por eso si para ti el equilibrio entre el trabajo y la vida es importante y tu jefe te avalancha con constante de correos electrónicos durante todo el día e incluso no respeta fines de semana eso puede contribuye al agotamiento y una mala practica que agobia. Tu líder debe empatizar y ver en ti como un ser humano.

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Crédito: Getty Images.

TOMA NOTA …. SI VAS A RENUNCIAR
1.Tu jefe debe ser el primero en enterarse.
2.Pacta con tu jefe cuando irte, la idea es que tu te vayas por la “puerta ancha” y no perjudicar a la empresa, tampoco a quien te reemplazará.
3.Evita descargar la ira, aunque te sientas víctima de injusticias. Lo mejor es irse con dignidad y la cabeza en alto.
4.Haz un traspaso prolijo de tus temas. Realiza una lista con los temas que tienes pendientes y habla con tu jefe para ver con qué persona debes conversarlos.
5.Despídete de todos (hasta de tu peor enemigo).

CUANDO SOLO SE TRATA DE REENCANTARSE

Si te sientes un poco frustrado con la rutina laboral y constatas que es una situación personal mas que laboral… lee estos consejos.

Lata, ¿por qué?

Es importante tener en mente que te hace sentir desgano o frustración. Sabiéndolo es importante aceptar y a su vez, tomar impulso para realizar cambios que a ti te harán renacer cuando sepas que solo es un asunto de actitud personal. Cambia el switch y retomar tu trabajo con alegría.

Piensa en lo que pierdes

Si analizas en lo que puedes perder si tienes trabajo, seguro te pondrás las pilas.

Trata de que sea divertido

Sin dudas hay tareas poco atractivas, por eso cuando tengas que llevarlas a cabo, arma una playlist y al son de la música avanza sin cuestionarte mucho. El tiempo pasará volando.

Comprueba tu progreso

Evalúa tu rendimiento en relación a las metas que te has planteado, de esta manera podrás anticiparte ante cualquier imprevisto. Alcanzar objetivos siempre es un aliciente.

Divide el trabajo en tareas concretas y definidas

Dedica parte de tu tiempo a pensar las tareas que estás llevando a cabo, y trata de dividirlas en acciones más pequeñas que puedas manejar con mayor facilidad. Separar trabajo te permitirá sentir mayor control y claridad en la ejecución.

Actívate

Si decidiste reencantarte con el trabajo, comienza ¡ya! para vencer la resistencia que pon tu cerebro a realizar algo desafiante y entretenido.

Ordena tu tiempo

Genera una planificación realista, reconsidera y modifica tus estimaciones de terminar ciertas labores, recuerda que siempre hay imprevistos.

Date un gusto

¡Te lo mereces! Negocia contigo mismo un premio para cuando termines una determinada tarea o logres un avance. ¿Te gusta pasear, comer buenos platos, leer libros?

Un rato de desconexión total y vuelves

Si has intentado todo lo anterior y no te da resultados, eso significa que estás pasando por un momento difícil. Toma unos días de vacaciones, viaja, haz planes con tu familia y no pienses en nada relacionado con el trabajo. Necesitas recargar fuerzas y ver todo desde otro ángulo. No te sientas culpable por no trabajar durante ese tiempo.

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